En este caso me gustaría hablar de dos temas de actualidad que afectan directamente a los niños: La televisión y las redes sociales. Empezando por la televisión, y centrándola en su uso pedagógico, he de indicar que estoy de acuerdo con que lo tenga, sin embargo, es esencial establecer un límite en su uso, sobre todo nosotros como maestros tenemos que ser muy conscientes de las horas que va a consumir la televisión nuestro alumno ya que no podemos hacer que si ya de por si en su casa ve la televisión un gran número de horas, en la escuela también lo haga. Teniendo esto claro, por supuesto a mí me parece una metodología interesante a utilizar, sin embargo, al igual que me pasa con el ordenador u otro elemento electrónico usado en una clase, lo veo como apoyo pedagógico, no como base de un aprendizaje, de ahí que sea muy importante conocer por ejemplo que el uso de cualquier elemento audiovisual tiene 3 momentos: Previo al visionado, durante el visionado, y posterior al visionado, y hay que saber cómo desarrollar perfectamente estos momentos. Es importante comentar también todas las ventajas que tiene el uso de la televisión en la escuela, permitiendo conocer distintas culturas, desarrollar el espíritu crítico, estimular la capacidad de atención, permite la ilustración de algunos contenidos curriculares, estimula algunos sentidos, potencia valores, refuerza hábitos, motiva al estudiante, ofrece una alternativa a la enseñanza tradicional y ofrece programas de entretenimiento y programas culturales, entre otros.
Por otra parte, su uso también tiene sus aspectos negativos, por ejemplo provoca sedentarismo, a veces provoca un poco la pérdida del juicio y del discernimiento, incita a la violencia, provoca alteraciones del sueño y nerviosismo, fracaso escolar y aislamiento. Por supuesto, todo esto se puede evitar, y no todo esto le ocurre a todos los alumnos en todas las ocasiones, sin embargo, es necesario saber cómo prevenir estas situaciones y comunicar algunas medidas a las familias, como por ejemplo utilizar las TIC y la propia televisión de forma moderada, estableciendo horarios claros sobre todo en las edades más tempranas, con un consumo entre 30 minutos y 1 hora diaria aproximadamente, además de evitar que el niño o la niña cuente con una televisión u otro aparato electrónico instalado en su habitación. Por supuesto, la televisión al igual que los ordenadores u otras TIC ha provocado un cambio en nuestra sociedad, y es importante que nosotros nos adaptemos a ello, por eso no se puede simplemente evitar su uso en las aulas ya que está claro que las beneficia, sin embargo hay que tener muy claro cómo usarla. Por último acerca de este tema me gustaría nombrar algunos de los dibujos animados educativos que podemos encontrar en la televisión, en su mayoría en horario de mañana por lo que se podrían incluir en alguna de las clases: Messy va a Okido, Cleo, Doctora Juguetes, Jorge el curioso, Peg + Gato, Pocoyó, Caillou y Dora la Exploradora.
Ahora, centrándome en las redes sociales y en el uso que tienen los menores de estas, antes de nada es importante definir qué es una red social en sí, pues es una estructura en la que un conjunto de personas y de entidades están conectadas y unidas entre sí por un interés común, relación o actividad. Existen varios tipos de redes sociales, primero están las genéricas, que tienen una comunicación más directa y son las que más se usan en general, como Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat y WhatsApp, luego están las profesionales, más relacionadas con el empleo, como son Linkedin, Viadeo o Xing, y por último las temáticas como YouTube o Pinterest, más centradas en el entretenimiento, aunque también existen otras redes sociales centradas en la educación como son Leoteca, Ciberuniversidades, Cibercorresponsales, Edmodo y Comunidad Todoele. Por supuesto, todas estas redes sociales y el uso de Internet tiene sus ventajas, tanto centrado como no en la educación, como son la conectividad que proporcionan a nivel global, la enorme comunicación que permiten, los grupos virtuales que se generan, la información que puedes obtener, el intercambio de habilidades entre personas, la continua formación, las posibilidades de establecer relaciones tanto afectivas como profesionales, las posibilidades también de realizar actos solidarios de una forma más cómoda, sirven por supuesto como entretenimiento y además permiten realizar en algunos casos el llamado como "teletrabajo", entre muchas otras ventajas.
Pero por supuesto, al igual que pasaba con la televisión, las redes sociales también tienen sus riesgos y desventajas, y son muy peligrosas sobre todo para los menores, por ejemplo pueden producir adicción desde edades muy tempranas, pueden encontrarse con páginas de contenido pornográfico, no apto para menores, y esto puede llevar a conductas no deseadas, pueden introducirse en una venta fraudulenta sin que se den cuenta, existen muchos robos de tarjetas, de cuentas y mucha más información que pueden provocar, con un uso continuado pueden llegar a tener problemas de privacidad, les puede suponer una pérdida desmesurada de tiempo, que lleve a un menor contacto personal, que reciban peticiones de desconocidos, existe la posibilidad que otras personas les inciten al odio con sus comentarios dentro de las comunidades que existen, puede que participen en challenges o retos peligrosos, que suplanten su identidad y además es posible que sufran de cyberbullying, grooming, sexting o sextorsión. Por esta misma razón, al igual que con la televisión, es importante controlar el uso que tienen de las redes sociales, y además de forma añadida con estas es importante que se les proteja de todo lo mencionado anteriormente, es importante conocer que existen asociaciones destinadas a la seguridad de los menores en Internet, que se puede denunciar si se detecta que algo de esto puede estar pasando, y que se llevan a cabo campañas sobre el uso seguro de Internet en muchas escuelas. Por último, he de mencionar que las familias también tienen un papel esencial en todo esto, es necesario que eduquen también a sus hijos en su uso, estableciendo un claro tiempo límite como con la televisión, guiando la navegación de los niños, aprendiendo con ellos, explicándoles los peligros con los que se pueden encontrar, utilizando las nuevas tecnologías para algo más que jugar, vigilando también cual es la navegación que realizan los hijos, creando un clima de diálogo, sabiendo que no hay una edad concreta en la que no pasen todos los riesgos ya mencionados y educando en el mantenimiento de la privacidad de los usuarios online.
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