jueves, 6 de junio de 2019

El tutor y la familia, la educación en valores en la escuela

Ya he hablado del propio tutor y de la familia en otras entradas, pero en este caso me gustaría centrarme en la relación que mantienen favoreciendo así la educación del alumno. Esta relación viene establecida como necesaria en muchas leyes como la antigua Ley Orgánica de Educación o LOE, la ley regional 7/2010 de 20 de Julio en educación y en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa o LOMCE, actual ley de educación, y hace que surjan tres tipos de roles en los tutores, el primero es el tutor reactivo, que limita la participación a únicamente cuando él lo permite, el segundo es el tutor proactivo, que mantiene una conversación e incita a la participación pero sin dejar de ser él la figura de conocimiento y enseñanza, y por último está el tercer rol, que es el tutor operativo, el cuál permite una libre participación, por supuesto dentro de unas normas, pero sin ser la figura de conocimiento y de enseñanza sino siendo una figura de apoyo para el aprendizaje tanto de sus alumnos como de las familias de estos. Por esta razón, es importante que un tutor se plantee cómo quiere ser en un futuro, el qué quiere potenciar en sus clases y sus tutorías, cómo quiere que le vean sus alumnos y las familias de estos, además de hasta qué punto está dispuesto a involucrarse en ello, llevando a cabo planes de acción tutorial, sabiendo sus principios y labores que tiene como tutor, la organización que debe mantener en los mismos y el procedimiento que debe seguir.
Por otra parte, el tutor es importante también que conozca su estilo comunicativo, los tres estilos principales son el estilo pasivo, en el que la persona no define derechos ni opiniones propias, permite que otros escojan y se aprovechen, y sólo ocasionalmente expresa sus pensamientos, luego está el estilo agresivo, que provoca tensión y puede ser intimidante, no acepta opiniones e impone sin considerar a otros, y por último el estilo asertivo, considerado el más correcto tanto para las tutorías como en general, ya que demuestra su escucha y que entiende hechos, dice lo que piensa u opina pero también considera a los demás, y aporta y encamina las cosas para que sucedan, además de que aporta unas habilidades comunicativas de empatía, escucha y feedback. También es importante hablar que parte de las tutorías es ofrecer a las familias las llamadas escuelas de padres, donde aprenden junto a sus hijos trabajando de manera cooperativa temas como los centros de interés a trabajar durante el curso, la alimentación, los buenos modales, los hábitos de higiene, la educación emocional, el sueño del niño, las rabietas y pataletas, además incluso de la educación sexual, fijando unos objetivos claros y estableciendo metodologías de juego para conseguirlo.
También me gustaría hablar de la educación en valores que se lleva a cabo en la escuela, para empezar, los valores son una serie de principios universales por los que se rigen la mayoría de personas, nos ayudan a vivir de forma más amena en comunidad y a evolucionar todos juntos, siendo la axiología la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los mismos y los juicios valorativos. Existen una serie de características comunes para todos los valores, y es que tienen bastante durabilidad, flexibilidad, jerarquía, polaridad y satisfacción, además de que existen varios tipos de valores, están los valores morales, los valores éticos, los valores humanos, los valores culturales, los valores sociales, los valores religiosos, los valores familiares, los valores personales, los valores cívicos, los valores de la democracia, los valores empresariales y los valores profesionales. Los que más me quiero centrar son los valores de la familia, de la escuela y de la sociedad, empezando por los de la familia, son el conjunto de creencias, principios, costumbres y relaciones basadas en el respeto y demostraciones de afecto que se transmiten de una generación a otra, estos valores fortalecen la unión, el respeto y la confianza entre sus miembros, y los más importantes son el respeto, la pertenencia, el perdón y el compromiso. En cuanto a los de la escuela, son aquellas normas y conductas que orientan a los niños durante la etapa escolar y los ayudan a tener un comportamiento adecuado en su entorno social, siendo los más importantes el respeto, la obediencia, la responsabilidad, la puntualidad y la tolerancia. Y en cuanto a los valores de la sociedad en la que vivimos, los más importantes son el respeto, el amor, la libertad, la justicia, la tolerancia, la equidad, la paz, la honestidad, la responsabilidad y la lealtad.
Sin embargo, al igual que existen los valores, también existen los llamados contravalores, los cuáles son actitudes negativas que provocan una alteración en la sociedad, y pueden ser de cuatro tipos diferentes: Los autodestructivos, los individualistas, los anti-igualdad y los destructivos, algunos ejemplos de estos contravalores son el racismo, el sexismo, la homofobia, el integrismo religioso, la explotación, el egoísmo, la envidia y la banalización. Los valores tienen varios enfoques teóricos, el primero es el enfoque psicoanalista, establecido por Freud, en el que las normas sociales se interiorizan a partir de un mecanismo de defensa que se desarrolla durante los seis primeros años de vida, luego está el enfoque conductista y neoconductista, que analiza la conducta del hombre en relación con la realidad, y el enfoque cognitivista, establecido por Piaget, en el que defiende que en el proceso de interiorización es cuando se logra la autonomía moral para alcanzar un desarrollo del pensamiento lógico, además establece tres niveles para la adquisición de los valores: El nivel premoral, el nivel heterónomo y el nivel autónomo. En la sociedad actual existe una crisis de los valores, y es un problema que engloba a todos, a las familias, a la comunidad, al gobierno y a los colegios, hay que recapacitar y poner en práctica los buenos valores como la honestidad, la paz, la libertad, la responsabilidad, la tolerancia, la lealtad, la solidaridad, etc., de ahí que exista una declaración universal de los Derechos Humanos desde 1948 como ideal común para todos los pueblos y naciones. Es esencial que se eduque a los niños en valores desde una temprana edad, porque les permitirá convivir con los demás, solucionar conflictos, sentirse bien con ellos mismos, etc., empezando por educar desde el respeto y la tolerancia, además de utilizar el juego para la adquisición de habilidades y capacidades.

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