El acoso escolar es algo que lamentablemente todavía se da en muchas escuelas actuales, de muchos países del mundo, sin embargo, no se puede empezar a hablar del acoso escolar o bullying sin hablar antes del clima escolar. Se trata, en términos generales, del contexto, la relación que se crea entre los alumnos y los profesores dentro del colegio, y sus componentes son tanto académicos como sociales, físicos y emocionales, básicamente el clima escolar es la vida que viven todos los que pertenecen al mismo centro dentro de este. Es en este clima escolar donde se genera el conflicto, que no necesariamente se trata de bullying pero un tipo de este conflicto sí se considera como tal, el conflicto no se puede evitar, de hecho se puede considerar como algo positivo según cómo se observe, pero sí se puede cambiar la forma en que se aborda, es esencial que se conozca toda la información, no sólo la perteneciente a una parte de dicho conflicto, y nuestra labor como docentes referente a todo esto es garantizar un contexto, un clima escolar positivo con actividades que fomenten el respeto, la participación, la tolerancia y la libertad, además de formar a los alumnos en estos valores con el apoyo de las familias, manteniéndolas informadas a través de las tutorías.
De manera contraria, si existe un clima escolar negativo en nuestra escuela, es muy probable encontrar situaciones de acoso, el bullying o acoso escolar se define como cualquier tipo de maltrato físico, psicológico o verbal que un niño o grupo de niños ejercen sobre un compañero durante un tiempo prolongado de manera directa o indirecta. De esta forma, podemos encontrarnos con varios tipos de acoso escolar: El acoso físico directo es cuando se hiere de forma directa al cuerpo del niño, el acoso físico indirecto es cuando se le espía, ridiculiza o amenaza con notas o pintadas con su nombre, el verbal es cuando se le amenaza, se realizan burlas o se le insulta de manera directa, el material es cuando se le roba, rompe o esconde algún tipo de material a este compañero, el social es cuando se le deja de lado a un compañero o influye a otros a que lo hagan, y por último el cibernético es cuando se acosa a través de Internet, troleando o grabando y difundiendo agresiones. Por esta razón, otros tipos de conflictos no se consideran como acoso, aparte de que no son continuados se les atribuye una menor importancia, como pueden ser peleas fáciles de resolver, faltas de respeto, alborotos, etc.
También, es importante reconocer quien es quien dentro del bullying y características muy típicas de este tipo de personas, por una parte está el agresor, es quien comienza la acción del acoso, es poco empático con la víctima, no suele cumplir las normas, tiene bajo rendimiento escolar, es cruel y utiliza generalmente la ira. Por otra parte está la víctima, que es quien sufre de esta acción, suele ser tímida o insegura, se le considera cobarde o débil, suele sufrir de ansiedad y dolores de cabeza, no quiere ir al colegio, tiene bajo rendimiento, es insegura y tiene una sensación de culpa. Sin embargo, hay un tercer participante que normalmente se olvida en esta acción y es el espectador, que puede ser desde un compinche del agresor, a un reforzador del acoso, un ajeno, que tolera el acoso y no hace nada, o un defensor, que rechaza el acoso y defiende a la víctima, estas personas por lo general pueden tener una falta de solidaridad, ser sumisas, ser insensibles, tener una indiferencia con los demás y considerar como válida la "Ley del más fuerte".
El bullying sigue existiendo en la actualidad, sigue siendo una asignatura pendiente en muchos de los colegios en los que no debería existir en ninguno de los casos, sin embargo se falla a la hora de detectarlo, y no sólo eso sino también a la hora de prevenirlo, es esencial que tanto los maestros como los padres y los alumnos se formen en este sentido, que conozcan las consecuencias que tiene el bullying, cómo y por qué ocurre a través de, por ejemplo, charlas que da la policía sobre esto, programas que se lleven a cabo en las escuelas o propia investigación, y que sea el propio colegio capaz de garantizar al 100% un clima escolar positivo en el que lo máximo que se tenga que resolver siempre sean conflictos menores que no involucren ningún tipo de acoso.
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